Debemos enseñar a nuestros pequeños que lo que sembramos cosechamos. Aprenderemos que cuando mostramos temor en las pequeñas cosas delante de Dios seremos aún más valiosos y así también podremos agradar a nuestro Señor con cada una de nuestras actitudes.
El granjero representa a cada uno de nosotros, cuando sembramos cosas buenas, cosechamos las mismas; Cada una de las zanahorias tiene una pequeña cosa que debemos hacer para ser temerosos a Dios.De esta forma podremos ejemplificar mejor para los niños que con algo tan “insignificante” podemos alegrar a Dios y a nuestros padres.
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